viernes, 29 de julio de 2016

Agua Caliente Sanitaria

 Agua caliente sanitaria (ACS)


El agua caliente sanitaria (ACS) es agua destinada a consumo humano (potable) que ha sido calentada. Se utiliza para usos sanitarios (baños, duchas, etc.) y para otros usos de limpieza (fregado de platos, lavadora, lavavajillas, fregado de suelos).

Uso de la energía solar térmica para obtener agua caliente sanitaria

Una de las posibles formar de obtener agua caliente sanitaria es utilizando el Sol mediante una instalación de energía solar térmica preparada para tal fin. La obtención de agua caliente sanitaria es una de las aplicaciones más utilizadas de la energía solar térmica. También se le llama "agua de manos".

Aspectos de la energía solar a considerar en una instalación solar de agua caliente sanitaria

La radiación solar recibida en un lugar viene determinado por el ángulo que forman los rayos solares respecto al suelo. En verano el Sol se encuentra más perpendicular respecto al suelo que en invierno, de modo que en verano recibimos más radiación solar.



La energía necesaria para calentar agua hasta una determinada temperatura viene determinada, entre otras cosas, por la temperatura del agua antes de calentarla. Por lo tanto, en invierno que el agua que viene de la red en general está más fría se necesitará más energía que en verano. Las instalaciones solares de agua caliente sanitaria requieren un acumulador de agua de modo que el agua que se va calentando se vaya almacenando en un depósito bien aislado para cuando se vaya a utilizar.

Esto es debido esencialmente por dos motivos: por un lado la diferencia de radiación solar recibida durante las diferentes horas del día, por no hablar de la nula radiación solar que se recibe durante la noche y, por otro lado, porque no vamos a utilizar el agua caliente de forma constante, es decir, la mayor parte del día no necesitaremos agua pero cuando quisiéramos duchamos necesitaríamos calentar mucha agua en muy poco tiempo.

Económicamente no se puede pretender dimensionar una instalación para obtener toda el agua caliente sanitaria que necesitamos durante todo el año puesto que tendríamos que sobredimensionarlo mucho para poder obtener una gran cantidad de energía calorífica en invierno, esta energía nos sobraría en verano, lo que provocaría que el agua del depósito acumulador entrara en ebullición, generara vapor de agua y la presión de este vapor acabara reventando el depósito.

Una solución sería tirar agua caliente y añadir agua fría pero no sería razonable ni económicamente ni medioambientalmente. Existen muchas normativas en distintos países en que se requiere que las instalaciones de energía solar térmica para la obtención de agua caliente sanitaria se dimensionen para un consumo razonable en verano y que tengan un sistema auxiliar de recalentamiento cuando el sistema no pueda llegar a la temperatura del agua deseada.


Existen hay dos tipos de instalaciones (o calentadores):

Instalaciones de circuito abierto. El agua de consumo pasa directamente por los colectores solares. Este sistema reduce costos y es más eficiente (energéticamente hablando), pero presenta problemas en zonas con temperaturas por debajo del punto de congelación del agua, así como en zonas con alta concentración de sales que acaban obstruyendo los conductos de los paneles.

Instalaciones de circuito cerrado. Se distinguen dos sistemas: flujo por termosifón y flujo forzado.
Los paneles solares térmicos tienen un muy bajo impacto ambiental.






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